Palestra / Noticias ONU
Al cumplirse 50 días de asedio israelí a la Franja de Gaza, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) denunció una vez más este martes el castigo colectivo que sufren los más de 2,1 millones de personas que viven en ese territorio sin comida, agua limpia, medicamentos y otros bienes vitales.
“El hambre provocada por el hombre se está propagando y empeorando deliberadamente”, afirmó el comisionado general de UNRWA, Philippe Lazzarini, quien categorizó a Gaza como una “tierra de desesperación”.
En una publicación en X, Lazzarini condenó nuevamente el bloqueo israelí a la entrada de ayuda a Gaza, adonde no ha llegado ni un gramo de alimentos desde principios de marzo.
Las autoridades israelíes utilizan la ayuda humanitaria como “moneda de cambio” y “arma de guerra” para infligir un castigo colectivo a los gazatíes, apuntó el responsable de UNRWA.
Lazzarini también preguntó cuánto tiempo más pasará “antes de que estas palabras vacías de condena se traduzcan en acciones para levantar el asedio, restablecer el alto el fuego y salvar lo que queda de la humanidad”.
La UNRWA advirtió que los suministros en Gaza están casi agotados, con las reservas de alimentos peligrosamente bajas: solo quedan 250 paquetes de comida.
La harina se ha agotado, las panaderías están cerrando, los hospitales están colapsando sin combustible ni medicamentos, y los precios de los escasos artículos esenciales se han disparado, detalló.
En el mismo tenor, la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA) recordó que este es el periodo más largo sin que entre ayuda ni suministros comerciales en la Franja desde que comenzó el conflicto en octubre de 2023.
“Vemos una tendencia hacia el desastre total, el desastre total. Hemos dicho, porque es cierto, que ahora mismo la situación humanitaria es la peor desde el inicio de la guerra en Gaza”, declaró el portavoz de OCHA, Jens Laerke, en conferencia de prensa en Ginebra.
A pesar de la movilización de las agencias humanitarias de la ONU y sus socios, casi 3000 camiones cargados con alimentos, medicamentos y otros suministros esenciales siguen esperando la autorización de Israel para entrar en Gaza.
En tanto, el personal de UNRWA continúa sus operaciones sobre el terreno lo mejor que puede y ha intensificado recientemente el apoyo psicológico a los niños. Más de 7800 menores han participado recientemente en sesiones de ayuda psicosocial organizadas en albergues y centros de salud del territorio palestino devastado.
La Agencia señaló que las actividades artísticas, los juegos y los talleres de manualidades que imparten son “intentos frágiles de preservar una forma de infancia en un entorno marcado por el miedo, el hambre y la destrucción”.
Además, UNRWA brinda agua, recoge residuos sólidos y gestiona servicios sanitarios vitales siempre que le es posible.
Ocho centros de salud y 39 puntos médicos siguen atendiendo unas 15.000 consultas diarias. También se está llevando a cabo una campaña de donación de sangre para apoyar a los hospitales locales que siguen funcionando parcialmente y necesitan transfusiones con urgencia.
En tanto, las negociaciones para un nuevo alto el fuego siguen estancadas y los ataques israelíes a Gaza continúan desde el 18 de marzo.