Palestra / EFE
La defensa del rapero Sean Combs, conocido como Diddy, aseguró el lunes en el juicio federal por tráfico sexual que enfrenta en Nueva York, que el suyo es un caso “sobre amor, celos, infidelidad y dinero”.
“Combs es un hombre complicado, pero este no es un caso complicado. Es un caso de amor, celos, infidelidades, dinero y relaciones sexuales consentidas”, afirmó hoy en los alegatos de apertura del caso una de sus abogadas, Teny Geragos.
El artista, que durante la presentación de Geragos se levantó para mirar al jurado, está imputado por cinco cargos: uno de conspiración con fines de extorsión; dos de tráfico sexual mediante la fuerza, el fraude o la coerción; y otros dos de transporte para ejercer la prostitución.
Geragos insistió al jurado en que deben olvidar lo que han leído en las noticias, ya que el caso se ha vuelto muy mediático por la gravedad de los cargos y el estatus de Combs, uno de los raperos estadounidenses más reconocidos del país, fundador de la discográfica Bad Boy Records y ganador de tres premios Grammy.
Y recordó el pasado “humilde” del artista: “Su historia es fascinante, pero también humana. Empezó con muy poco, en el barrio de Harlem, y se lo trabajó. Creó una cultura y produjo música que marcó a una generación”.
“Es una persona fascinante. Sí, es rico, pero carismático. La gente lo quería a su lado por los beneficios que les podía traer, porque él daba oportunidades a las personas. Tenía una visión que pocos tenían”, indicó la abogada.
Geragos mencionó el vídeo en el que Combs agrede brutalmente a su expareja, la cantante Cassie Ventura -que testificará en el juicio- y dijo “asumimos toda la responsabilidad” -dando a entender que hablaba en nombre de Combs también- de que en este caso “haya habido violencia doméstica”.
Pero incidió en que “la violencia doméstica no es tráfico sexual” y recalcó que todas las relaciones sexuales mantenidas por Combs fueron “consentidas”.
Stripper testificó sobre pagos para tener relaciones con la pareja de Diddy combs
Daniel Phillip, que trabajaba como stripper en un club de Nueva York entre 2012 y 2013, aseguró este lunes en un tribunal federal que el rapero Sean Combs, conocido como Diddy, le pagó en múltiples ocasiones para tener sexo con su ahora exnovia, Cassie Ventura.
Durante la audiencia de hoy del juicio por tráfico sexual que enfrenta Diddy, Phillip contó que el primer encuentro ocurrió en 2012, en el hotel Gramercy Park, en Manhattan.
“Cuando llegué (a la habitación), Cassie abrió la puerta, vestida con ropa interior roja, tacones y gafas de sol”, explicó a las preguntas de la fiscal Maurence Comey.
Según Phillip, que en teoría había sido contratado para hacer un show de estriptis en una fiesta, Ventura le preguntó si estaba de acuerdo con que estuviesen solo ellos dos.
Pronto, se percató de que en el sofá de la habitación había un hombre, vestido con un traje blanco y un pañuelo que le cubría la cara: “Me di cuenta de que era Diddy cuando me habló”.
“(Cassie) me dijo que no me preocupara, que su pareja no era gay y que no iba a tocarme”, indicó.
Phillip subrayó que mantuvo relaciones con Cassie mientras Combs se masturbaba y les daba instrucciones.
Al terminar, la también cantante le ofreció 4 mil dólares, un gesto que se repitió en otras ocasiones en las que, siguiendo el mismo patrón, Phillip y ella mantuvieron relaciones mientras el rapero presuntamente observaba la escena.
Sin embargo, estos actos cambiaron de tono “el primer día que vi a Diddy golpeando a Cassie”, destacó Phillip.
El testigo contó que, en un encuentro en casa de Cassie, Combs la llamó desde el dormitorio y ella le contestó “un momento”.
Tras su respuesta, Combs le tiró una botella de licor, la agarró del pelo y la arrastró hacia su habitación mientras Phillip permanecía en el salón: “Ella estaba gritando y escuché que él le abofeteaba y le decía: Si te digo que vengas, es que vengas ahora”.
Phillip insistió en que no llamó a la policía porque temía enfrentar consecuencias dado el “poder ilimitado de Combs”.
Pese al suceso, ambos mantuvieron relaciones sexuales inmediatamente después bajo las instrucciones de Combs y además volvieron a verse tiempo después.
La Fiscalía acusa a Combs de que durante veinte años (de 2004 a 2024) presuntamente se dedicó a “abusar, amenazar y presionar a mujeres” para que participasen en “encuentros sexuales elaborados”, con trabajadores sexuales masculinos, a menudo bajo los efectos de las drogas.
La fiscal Ashley Johnson describió hoy con precisión estos “freak offs” -que Diddy también llamaba “wild king nights”-: espectáculos sexuales elaborados en los que obligaba a sus víctimas a tomar múltiples drogas, sobre todo MDMA y éxtasis, que tenían lugar en hoteles en los que mantenía a estas mujeres encerradas durante días.