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Las autoridades rusas investigan como un acto de terrorismo la explosión registrada este jueves en una vía férrea de la región de Voronezh, que provocó daños significativos y obligó a suspender la circulación ferroviaria. El incidente guarda similitud con otros dos ataques recientes ocurridos durante el pasado fin de semana, uno de los cuales dejó siete muertos. Aunque Ucrania no ha reivindicado los hechos, Moscú la señala como principal sospechosa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha calificado los ataques como actos “terroristas” y advirtió que la respuesta se dará en los términos y el momento que su cúpula militar determine. La amenaza, que el mandatario ruso adelantó al presidente estadounidense Donald Trump durante una conversación reciente, complica aún más cualquier intento de establecer un alto el fuego en la guerra en Ucrania.
La primera represalia rusa se ejecutó la noche del miércoles, cuando al menos cinco personas murieron y decenas resultaron heridas tras un ataque masivo con 103 drones y un misil balístico Iskander-M/KN23 sobre las regiones ucranianas de Cherníguiv, Járkiv y Odesa. El conflicto, que se acerca a los tres años y medio de duración, no muestra señales de desescalada.
En paralelo, los esfuerzos diplomáticos también parecen estancarse. Durante una reunión en la Casa Blanca, el presidente Trump sugirió que «quizá es mejor dejar que Rusia y Ucrania peleen un rato» antes de negociar la paz, en referencia a la dificultad para alcanzar un acuerdo entre Moscú y Kiev. La comparación de los mandatarios de ambos países con «niños pequeños peleando en un parque» generó controversia, especialmente después de que Trump prometiera durante su campaña electoral que pondría fin a la guerra en 24 horas si llegaba al poder.
Por su parte, el canciller alemán Friedrich Merz, presente en ese mismo encuentro, instó a Trump a ejercer «más presión sobre Rusia» para alcanzar una salida al conflicto. Merz también destacó el aumento del gasto en defensa por parte de Alemania como una señal clara de su compromiso con la seguridad europea.
A medida que escalan las tensiones y se agravan las hostilidades, el conflicto en Ucrania sigue alejándose de una solución negociada.