Jue. May 9th, 2024

Armando Calderón / Palestra

No sabemos si organizadas o no, pero las recientes protestas callejeras en contra del alcalde Enrique Galindo por la falta de agua no deberían extrañar a nadie, ya que desde antes de la crisis, el problema estaba presente y nunca se resolvió.

No es un secreto que existe un montón de colonias de la capital sin líquido potable con regularidad y que se mantienen a flote con la distribución que hacen Interapas, la CEA y la Conagua, con sus pipas. Además del negociazo particular que esto supone.

Las recientes quejas de Galindo respecto a que la 4T y el gobernador Ricardo Gallardo lo dejaron solo, dan a entender que se quiere vacunar contra cargar en exclusiva con la responsabilidad y que empieza a caer en la desesperación por no hallar la manera de dar solución definitiva, excepto seguir escarbando la tierra a muchos metros de profundidad para extraer agua de un cada vez más castigado subsuelo.

No ha llovido, las presas son insuficientes y la principal fuente de abastecimiento, El Realito, está inservible. El edil tiene razón cuando señala que la empresa Aquos no informa nada y de plano asumió una actitud descarada, pese a tener la obligación de cumplir un contrato a todas luces leonino y perjudicial para la población que finalmente paga con el dinero de sus impuestos sus fechorías y violaciones a la ley. Ahí sí, tache para el presidente Andrés Manuel López Obrador, Gallardo y el propio Galindo, porque no han sabido defender legalmente los intereses ciudadanos.

Por otro lado, que se sepa, Galindo no ha hecho nada para pedir oficialmente la ayuda de AMLO, vía la Conagua, ni a Gallardo, sea de forma directa o con la CEA. Se la pasa declarando, pero nunca ha mostrado oficios donde solicite formalmente la intervención de ambas instancias en un servicio que es de carácter municipal. ¿Así, cómo? Se puede recibir un no, o ser ignorado, todos estamos expuestos a eso cuando pedimos algo, pero al menos se debería intentar. Y Galindo no lo ha hecho, prefiere victimizarse y castigar a miles de capitalinos que sufren por la falta de agua, cuando en su casa seguro hay de sobra y quién sabe si la ha de pagar. Que nos enseñe los recibos pagados, ¿no?

Básicamente se infiere que el alcalde del PRIAN quiere recibir la ayuda y colgarse las medallas, porque de qué otra manera podría entenderse esta postura cada que se presenta la oportunidad, de afirmar que él solito ha sorteado la crisis y no dar ningún crédito a las pocas o muchas acciones de las otras dos instancias de gobierno.

Son tiempos de elecciones y Galindo no quiere compartir el pastel. Digamos, los votos.

Y por eso el maestro en política criminal prefiere seguir sufriendo y cargar a cuestas el mal humor social -lo que no es ninguna molestia para López Obrador ni Gallardo, que conforman el bloque político Morena-PVEM que quiere conquistar la capital el 2 de junio-, a pesar de tener una gestión más o menos decente en dos años de gobierno.